12 de octubre de 2009

Sobre el rechazo al desarrollo de una ciencia de la literatura, escribe Itamar Even-Zohar...




“En otras palabras, sí es mi tarea mostrar cómo todas las empresas no científicas, una vez que intentan hacer generalizaciones (¡y nunca están ausentes de ellas!), caen en la trampa de ‘hablar en prosa’ sin ser conscientes de ello, al formular leyes implícitas cuya aceptabilidad es altamente dudosa, a menos que se hagan de ellas nuevos dogmas religiosos. Mi desaprobación de estas tendencias no es motivada por su rechazo del programa científico, sino por el hecho de que mientras rechazan la idea de leyes, fabrican en abundancia unas leyes que son ofrecidas por ellos como verdades absolutas e irrefutables”.

(“The Quest for Laws”, p2).