29 de mayo de 2010

29 de mayo de 2010: A veces ni un gran poeta se libra de versos insufribles


La lectura de Tarde o temprano (Poemas 1958-2009) de Pacheco ha seguido lenta e intermitente. Un extraordinario placer en general. Un poeta de gran categoría. Sin embargo, ni él se libra, como nadie, de versos infames exigidos por la forma:

"El día agoniza a la mitad del llano.
El aire es una voz: calla y murmura.
Todo se va y se pierde sin premura.
Todo se apaga en el confín lejano."

(De Crecimiento del día)

Y yo me fumo un puro. Madre de Dios... Suerte que otras decenas de líneas hacen olvidar éstas...