15 de mayo de 2011

15 de mayo de 2011: 9,77


Acaba Clàudia el Bachillerato con una nota media final de 9,77. No es una superdotada ni una empollona: trabaja, se toma en serio sus responsabilidades y el conocimiento es, para ella, un valor en sí mismo.

El paradigma relativista en el que nos movemos muestra sus debilidades ante ejemplos como el de Clàudia: parece que nadie le conceda importancia, en la superficie, a sacar más o menos nota en el Bachillerato pero todos coinciden en que es mejor sacar un 9,77 que un 5,20. Inicialmente se arguye la selectividad y la elección de una carrera. Cuando Clàudia señala que las dos carreras que quiere estudiar desde hace tiempo no necesitan más que un mísero 5 de nota para entrar, sorpresa. Inmediatamente después se acepta que es un valor, en sí mismo, sacar buenas notas por lo que denota.

No es lo mismo estudiar que no estudiar. Ni es lo mismo sacar buenas calificaciones que no sacarlas. Por mucho que los exámenes sean un procedimiento insuficiente y que mucha gente gane indecentes cantidades de dinero sin apenas estudios.

El relativismo tosco y mal entendido es el opio del pueblo.