16 de mayo de 2011

16 de mayo de 2011: Notas intempestivas finales de un viaje (II)


"El 'espíritu' capitalista se abre paso con dificultades en Breslau y, tal vez, en toda Polonia. Alquilar el coche en Avis se convierte en una odisea porque los comercios cierran muy pronto, al menos para lo que estamos acostumbrados. Llegamos por los pelos a la hora máxima de alquiler, las cuatro de la tarde, entresacamos algunas frases del inglés duro del dependiente y firmamos una serie de documentos en polaco sin comprender nada: luego a ver quién tiene la desfachatez de afirmar que una de las bases de la conducta humana no es la "confianza mutua".

El alma de las ciudades no es más que el alma de los que la habitan.

Precisamente sobre esa base de "confianza mutua" reflexionamos y discutimos un rato: es plausible considerarla como una pauta básica que regula las interacciones humanas puesto que a veces, muchas veces, es tracionada. La traición es tal sobre la base previa del cumplimiento confiado de las promesas. La desconfianza no sería, por tanto, la norma básica, ni por tanto, el egoísmo. Como mucho una cierta paridad de fuerzas que oscila en determinados momentos históricos.

El espíritu de Breslau parece carcomido por el óxido, la religión y el desarraigo.

A la salida de Breslau camino a Krakow (Cracovia), barrios industriales y bloques de apartamentos destartalados. La autovía es cómoda y sin mucho tráfico. Una llanura que recuerda, lejanamente a la planicie bávara, nos lleva hasta Katowice, cuyas chimeneas se ven desde varios kilómetros de distancia. 'Katowice' es un nombre indisolkublemente unido, en mi memoria, al genocidio de los judíos europeos."