16 de junio de 2011

Acerca de las provocaciones policiales


Un amigo y lector, cuya opinión siempre tengo en alta estima y consideración, le hace llegar a uno el enlace de un video que sustentaría la tesis de la provocación policial ayer en Barcelona y le sugiere que rectifique sus comentarios. Aquí está el enlace: http://www.youtube.com/watch?v=YcmvzRvsf8g&feature=youtu.be. (Nota de las 19:25. El enlace no funciona. Pide permisos de acceso. No era así esta mañana ¿Un punto más a favor de la tesis de la infiltración?)

Como uno no es dogmático podría cambiarlos aunque el vídeo por sí sólo no sea una prueba irrefutable excepto si se asumen ciertos supuestos. Y uno lo dice porque, por ejemplo, fue una vez con casco y embozado otra vez a ciertas manifestaciones en el pasado.

Con todo, aceptemos la hipótesis de la provocación policial. Hay que ver todas las imágenes y darse cuenta, también, de que algunos de los "alborotadores" no iban tapados y eran perfectamente identificables y cabe dudar que se les pueda considerar también "infiltrados". Por ejemplo, los que rociaron con pintura a un diputado de Iniciativa per Catalunya. Es decir, aunque fuera orquestado por la policía uno siempre puede decir que no, negarse a participar en este juego e irse, o bien organizar un eficiente servicio de orden para minimizar en lo posible estas provocaciones y eso no se hizo.

No obstante, el meollo de la argumentación de uno sigue siendo el mismo y no sé cómo puede cambiarlo: si hemos de escudarnos en las provocaciones policiales es que algo no funciona. El movimiento o no está atento a las infiltraciones o no tiene la suficiente fuerza como para ahogarlas. Y todos sabemos que es posible ahogarlas si hay la suficente masa crítica. Y uno tiene la impresión de que el problema es que en Barcelona, por el secuestro tan exagerado que ha habido y que uno lleva semanas denunciando, la masa crítica popular se ha distanciado del movimiento. Aquí no está pasando lo mismo que en Madrid. Esperemos, no obstante, que la manifestación del 19 de junio permita recuperar este hilo de unión entre el movimiento y esa cantidad de gente no implicada en el delirio revolucionario que le prestó su apoyo en las primeras semanas. Sin ese vínculo esto no irá más que adonde no queremos que vaya.

P.S.: Uno lo lamenta pero entre tener un Parlamento burgués sometido al mercado y un régimen totalitario, a estas alturas, definitivamente, prefiere lo primero. Por ello evitará participar de una dinámica que nos conduzca a un estallido revolucionario que podría cobrar una forma muy lejana a la de nuestros sueños lo cual puede ocurrir si no se restaura el vínculo con la mayoría silenciosa y se dejan de lado de una vez según qué dogmas de la izquierda realmente existente.