29 de enero de 2013

Crónica de la Nueva Edad (29/01/2013)


Uno se vio con suficiente gente en Madrid el fin de semana como para poder continuar contrastando las impresiones que le llegaron en Navidad sobre el proceso secesionista catalán y, por inducción, formarse un juicio aproximado acerca de la recepción "exterior" de la empresa. La mayoría de las personas con las que hablé tanto antes y después de la presentación como antes y después de la reunión de la federación de sindicatos de secundaria del estado, coincidieron en respetar el "derecho a decidir" (casi nadie utilizó el concpeto de "autodeterminación", propio de la dinámica postcolonial) de Catalunya, en quejarse del momento escogido dada la actual crisis económica, en el carácter de "cortina de humo" del proyecto que envenena las reivindicaciones sociales y del que también se beneficia el nacionalismo español, en la práctica imposibilidad de proceder a la ruptura del statu quo actual y en la apuesta por una organización federal del estado: las tres comunidades históricas libremente asociadas (Euskadi, Catalunya y Galicia) y España. Con algunos matices, casi todos estaban de acuerdo en las afirmaciones antes expuestas. Nadie se sumó al carro de Intereconomía. Ahora habrá que explicarlo por aquí...