13 de junio de 2013

Comunidad y utopismo



El reciente descubrimiento, gracias a un técnico llamado Edward Snowden, del programa de espionaje masivo que la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense está llevando a cabo en la Comunnidad a lo largo y ancho del planeta, no debería sorprender demasiado. Tan sólo a los utopistas que saludaban la llegada de la Red Mundial como el fin del control y la epifanía de la libertad les puede haber desconcertado. Y había muchos, sobre todo en la izquierda. Los había incluso, como Masuda, que postulaban que las bases de una democracia electrónica directa, de una especie de asamblea universal, estaban ya indefectiblemente establecidas y era cuestión de tiempo que se desarrollaran. No leyeron nunca a Derrida, está claro. Todo tiene una estructura de double bind, una contaminación constitutiva, una ambivalencia "esencial", tachada. No hay posible uso libre de Internet sin su misma posibilidad de control. Y ésta es elevadísima. Tal vez, hoy por hoy, más amplia y efectiva que sus opciones emancipadoras. Una prueba: las organizaciones yihadistas hace años que volvieron a las prácticas pre-digitales para evadirse de la asfixiante presión de los norteamericanos.

El dominio de los trayectos opresivos sobre los liberadores es claro en la Comunidad. Por sí misma, la tecnología que la fundamenta no nos hará más libres como pensaban tantos izquierdistas de pensamiento plano. La tecnología no es ni neutra ni esencialmente mala o buena. La tecnología se encuadra en dispositivos (acciones, prácticas, estructuras sociales, relaciones de poder, jerarquizaciones de clases, ideologías, etc.) que la orientan marcadamente y que, en esa estructura de double bind, pueden dar más juego a unas constelaciones de posibilidades que a otras. Y en este caso, había que ser muy ingenuos para pensar que el germen de la emancipación humana estaba en una red construida y diseñada por el Departamento de Defensa de EEUU en los setenta que permitía la localización y seguimiento de cualquier operación comunicativa .

¿Dónde estamos realmente en la relación entre la Comunidad y la emancipación planetaria? Leamos El País: "El potencial de este sistema aparentemente ha llevado a EE UU a intentar implantarlo a escala global. La NSA ha construido una inmensa instalación de almacenamiento de datos en una montaña en el estado de Utah, al oeste del país, con un coste aproximado de 2.000 millones de dólares - 1.512 millones de euros. También ha creado estaciones de interceptación de datos a lo largo y ancho del país, así como ha ayudado a construir uno de los ordenadores más rápidos del mundo para romper la encriptación de información codificada." Pues eso, al cabo de la calle, como siempre.