1 de septiembre de 2015

Escribe Viktor Klemperer


"Si alguna vez diera la vuelta la tortilla y el destino de los vencidos estuviera en mis manos, yo dejaría en libertad a toda la gente común y corriente e incluso a algunos de los jefes, que tal vez tenían buena intención y no sabían lo que hacían. Pero a los intelectuales los colgaría a todos, y a los profesores universitarios un metro más alto que a los demás; y tendrían que seguir colgados de las farolas todo el tiempo que permitiera la higiene" (Quiero dar testimonio hasta el final. Diarios 1933-1941. 16 de agosto de 1936)