30 de noviembre de 2015

Modas y tendencias educativas

 

Este fin de semana se celebraron en Barcelona las IV Jornadas de secundaria organizadas por el sindicato. El tema de este año: "Modas y tendencias educativas". Tanto Xavier como Alberto han dejado constancia de sus impresiones al respecto. Para no repetirse, uno dejaría de lado las cuestiones más afectivas para fijar la vista en algunas de las conclusiones teóricas sobre la educación en las que la inmensa mayoría de participantes (y ponentes) coincidieron y que, evidentemente, no son muchas y además de escasas parecen hasta tan obvias que da apuro reprara en ellas pero en el mercadillo de la charlatanería en que se ha convertido el asunto de la enseñanza y la educación en España en los últimos años estas, lo claro e innegable acostumbra a olvidarse para evitar extraer incómodas consecuencias.

Por ejemplo:

a) que no hay respuestas simples e inmediatas a problemas complejos. Respuestas como las que ahora pueblan los medios de la mano de la empresa Marina Entertainment son burdas, simples y demagógicas. En la mejora del sistema educativo, aceptando de antemano que se habla de ésta en el marco de una estructura política y socio-económica determinada y no otra, intervienen muchos factores, unos conocidos, otros menospreciados y otros quizás desconocidos y, de momento, las corroboraciones empíricas tan sólo han mostrado que los intentos de incidir en alguno de ellos aisladamente (métodos didácticos, gestión de los centros, normativas, recursos, profesorado, etc.) no han producido mejoras apreciables en el conjunto del sistema por no decir que la mayoría de estos ensayos han resultado inocuos y algunos desastrosos;

b) que lo que sí podemos saber con más o menos certidumbre, a partir de los datos contrastables, es lo que no funciona. Así, la reforma educativa española emprendida en los años noventa por la izquierda que se plasmó en la LOGSE o la falta de un mínimo consenso político que provoca cambios legislativos constantes que impiden evaluar razonablemente qué modificaciones se revelan como impertinentes o inadecuadas y cuáles contribuyen a su mejora; o

c) que los experimentos, citando a un político español de no muy agradable recuerdo, "en casa y con gasesosa"; es decir, que deben probarse primero en pequeños segmentos representativos del sistema preservando las cautelas necesarias (por ejemplo, grupos de control, supervisión por terceras instancias no implicadas en el proceso, etc.) para poder ser evaluados antes de su masiva e imprudente introducción;

Una última observación sobre los ponentes. Conocedor y seguidor de Gregorio Luri y Alberto Royo, sus contribuciones no depararon ninguna sorpresa: fueron consistentes, persuasivos, razonables y creativos como acostumbran a serlo. Es un placer escucharlos y siguen dando "qué pensar". Sergi Sanmartí, el defensor de la validez del "aprendizaje por proyectos", fue valiente exponiendo sus tesis ante un auditorio poco predispuesto a dar un voto de confianza a según qué propuestas que ofrecen demasiadas incertidumbres. En cambio, José Manuel Lacasa fue una revelación. Aunque no sea ningún recién llegado (llevó las riendas de la revista "Magisterio") desconocía su singular combinación de rigor científico, ánimo crítico y prudencia teórica. Frente a la verborrea vacua y ruidosa de tantos "expertos" los minuciosos análisis de Lacasa presentan con sobriedad y sin estridencias la contundencia de una realidad que no se deja embaucar fácilmente a poco que se la intente "mirar" con empeño objetivo.

29 de noviembre de 2015

Vergüenza ajena (29/11/2015)


Y sonrojo, además de otras reacciones privadas, produce el titular de La Razón del día 23 de noviembre. A veces es difícil tomárselo como un periódico humorístico, de la manera que uno acostumbra a hacer, cuando se topa con frases como estas: "Los «nous catalans» de Junqueras y Mas viajan a Siria para unirse al ISIS".

Claro que su antagonista también del mundo del humor en el otro bando, el Vilaweb del gran Vicent Partal, responde con unas declaraciones de Ángel Colom que no le van a la zaga: "Són capaços d’inventar-se un GAL gihadista per ocupar militarment Catalunya" ("Son capaces de inventarse un Gal yihadista para ocupar militarmente Catalunya").

Dura pugna la entablada entre los tabloides más combativos en la competición por el disparate vestido de información. Es de esperar que este enfrentamiento seguirá deparando grandes momentos "literarios" en el futuro. Que podamos verlos...

26 de noviembre de 2015

En "Cuadernos Hispanoamericanos"


En el número de noviembre de Cuadernos Hispanoamericanos (el 785, páginas 75 a 87) se acaba de publicar el ensayo que uno escribió a raíz de la conferencia (que debía haber sido más bien una charla-coloquio) que dio el año pasado en la Universidad de Barcelona gracias a la invitación de Xavier Jové y el Departamento de Filología anglo-germánica. La conferencia se tituló en su momento "Valor, sentido, justicia y pesadilla" pero una vez reescrita hasta en dos ocasiones, ha dado como fruto un texto algo distinto. Cuanto menos en el título. Ahora ha pasado a ser "Poesía después de Auschwitz": provocación e intempestividad". "Cosas del estudio"...

Por cierto, en este número estoy acompañado, entre otros, por Agustín Calvo Galán que escribe además sobre Corónicas de Ingalaterra de Eduardo Moga (p1301-34). Buena compañía.

24 de noviembre de 2015

La más que centenaria lucha contra la enseñanza memorística y la "Nueva Educación" (III)


La "Nueva Educación" fichteana, además de concebirse como una educación integral que acerque al alumno a la vida, a la realidad, renuncia a cualquier programa sustentado en la acumulación de conocimientos en beneficio del "espíritu", de la predisposición o, como en parte diría la jerga pedagógica dominante hoy dia, la competencia o el procedimiento: "Por grande o exigua que sea la suma de conocimientos que haya adquirido en esta educación, habrá recibido indubitablemente un espíritu que toda su vida podrá comprender cualquier verdad, cuyo conocimiento le sea necesario, permaneciendo accesible a la instrucción por otros, así como capaz continuamente de la propia reflexión" (p257).

Para Fichte, no se trata de que el educando adquiera una cantidad determinada de conocimientos cuanto que adquiera "destrezas" o "competencias". De hecho, el conocimiento debería ser, en este nuevo modelo, una consecuencia, un añadido, un aditamento de la formación de esa " espontaneidad espiritual" fuente creativa de cualquier saber: "La nueva educación se concentra de hecho y de forma directa en el estímulo del progreso constante de la espontaneidad espiritual. Como ya hemos visto antes, el conocimiento surge sólo complementariamente y como consecuencia forzosa" (p250).

¿Nos hallamos demasiado lejos de la insistencia  en el "aprender a aprender" de la mayoría de los modelos pedagógicos dominantes que se enraízan en la "escuela nueva"; está a una distancia cósmica del mantra de que la enseñanza se centre no en la transmisión de conocimientos sino en el fomento de las estrategias para su posible adquisición? ¿No sigue soplando ese "aire de familia" entre la "Nueva Educación" de Fichte y el empeño mostrado por tantos pedagogos "progresistas", y no sólo ellos, en reducir el papel de la transmisión de conocimientos para promover a cambio en el educando la disposición a incorporarlos únicamente si fuera preciso?

Un botón de muestra:

" amb les competències es prioritza un tipus especial d’aprenentatge, l’aprenentatge autònom i autodirigit, que és el que permet que qualsevol persona esdevingui un aprenent competent i desenvolupi la capacitat per seguir aprenent al llarg de la vida" (Coll, C. [dir.] Currículum i ciutadania. El què i el per a què de l’educació escolar, p25).

"con las competencias se prioriza un tipo especial de aprendizaje, el aprendizaje atónomo y autodirigido, que es el que permite que cualquier persona pueda convertirse en un aprendiz competente y desarrolle la capacidad para seguir aprendiendo a lo largo de la vida".

21 de noviembre de 2015

Vergüenza ajena (21/11/2015)


Es una de las sensaciones que experimenta el que escribe ante declaraciones como estas:

"Usted es de Súmate, entidad de castellanohablantes que abogan por la independencia.
Mi independentismo no es identitario, sino ideológico, porque vengo de una tradición de izquierdas muy a favor del derecho de autodeterminación de cualquier pueblo, siempre y cuando sea por medios democráticos. No entiendo a la gente de izquierdas que está a favor del derecho de autodeterminarse para el Kurdistán o el Quebec y no para Catalunya. Es contradictorio... y quizás es que no son tan de izquierdas.
¿De qué tradición habla?
Mis padres se conocieron en un mitin de Bandera Roja –escisión del partido comunista– en el año 1981. En mi casa hablábamos positiva y críticamente de política. Recuerdo canciones en casa de Víctor Jara, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Luis Eduardo Aute, y fotos del Che Guevara y Ho Chi Minh. Pero nunca he militado en ningún partido.
¿Así, usted fue antes de izquierdas que independentista?
El independentismo es una situación transitoria, no una condición política. Soy republicano y de izquierdas. Nadie se declara independentista de forma exclusiva.
¿Se siente español?
Soy reticente respecto a banderas. Estoy alejado del independentismo identitario, aunque lo respeto. Que cada cual se sienta como quiera y que cuelgue la bandera que quiera en su balcón, porque al final de lo que se trata es de democracia sí, democracia no. Eso es muy compatible con sentirse español: hay gente en Súmate que celebra las victorias de la selección española, o que llevan la camiseta de España, pero defienden como nadie el derecho de los catalanes a crear una república independiente. El proceso ha trascendido al origen o al sentimiento de pertenencia más exclusivo." (Entrevista a Gebriel Rufián, candidato de ERC al Congreso).

Se podría hablar acerca del papel de "tonto útil" de cierta izquierda, del mal que leninismo y estalinismo hicieron a la tradición marxista, de la ingenuidad o del oportunismo de ciertos "políticos", pero quizás baste con acudir, como en el caso de la Forcadell o del ministro Fernández Díaz, a alguna de las descripciones de ese psicoanálisis vulgar que tantos acostumbramos a tener en mente para explicar esta peculiar "posición política" que, como señala Jordi, tanta vergüenza ajena puede provocar...

19 de noviembre de 2015

Crónica de la Nueva Edad (Fin: 19/11/2015)


Parece que ha llegado la hora de poner fin a esta "Crónica" que comenzó hace algo más de dos años como tal puesto que uno de sus objetivos, realizar un relato equidistante de la transformación de la vida social en Catalunya ante el auge del nacionalismo secesionista, ya no puede ser cumplido. Esta "Crónica" tenía su reverso en otra subterránea, privada, contra la que debería ser leída y que tal vez debería pasar a primer plano. Ya se verá pero esta "otra" narración clandestina no trataba de realizar un ejercicio de objetivación y desapasionamiento sino que obedecía a las reacciones más emocionales y menos elaboradas que estos cambios producían en la existencia de uno. Efectos más primarios y menos sofisticados pero no por ello más auténticos ni verdaderos. Hay que recordar aquí la pertinencia de la propuesta de partida ética de Foucault, "Desprenderse de uno mismo", de la subjetividad en la que uno ha sido emplazado y constituido tan artificialmente. El trabajo moral de desprenderse de esta construcción mediante un esfuerzo autónomo propio sustentado en la reflexión y el conocimiento y sus resultados son tan reales y auténticos como los iniciales.

Ahora, ante el fraude que los sectores etnicistas e intransigentes del movimiento intentan perpetrar forzando la "desconexión", la secesión de iure y de facto, más allá de cualquier mandato "democrático", es más, "contra" el resultado de un plebiscito en el que una mayoría minoritaria no triunfó y sin embargo intenta imponer su voluntad sobre un conjunto de minorías mayoritarias que sí salieron victoriosas, uno se siente tentado de tomar partido resuelto contra estos secesionistas de quienes, francamente, esperaba mucho más y que claramente han optado por la independencia a cualquier precio. Ya deberíamos saber, por experiencia histórica, que cuando el fin justifica los medios el fin se ha perdido irremisiblemente. Hace un par de años, Alfred Bosch, uno de los políticos de talla del movimiento, pese a la "escenita" esperpéntica del balcón del Ayuntamiento durante las Fiestas de la Mercè, dijo que los independentistas "debían seducir" a los no independentistas para obtener su propósito. Ha habido tiempo más que suficiente y predisposición de uno para dejarse embaucar pero las ambigüedades, incoherencias, frivolidades y negaciones de lo obvio de algunos, de muchos, dirigentes del proyecto, lejos de lograr esa conquista están a un paso de conseguir la oposición y animadversión más rotunda porque al diálogo y la persuasión de Junqueras, Bosch o Ridao, han sucedido las mentiras y dislates de Romeva, del detestable Artur Mas y, sobre todo, la actitud de esa Carme Forcadell que, como dice un amigo cruelmente, lejos de "haber perdido su rictus de virgen con el triunfo electoral, lo ha agudizado" y que se ocupa de recordarle a uno cada día que ni le representa ni es la presidenta del Parlamento de todos los catalanes, poniéndose a la exacta y misma altura que Felipe VI, Aznar, Zapatero o ningún presidente de la España posterior a 1981.

Con todo, lo peor no ha sido la actitud de la clase política secesionista, sino el hecho de que la inmensa, por no decir absoluta, mayoría de mis amigos o conocidos partidarios de la independencia han hecho suya esta reinterpretación tramposa en clave de victoria del plebiscito y la posibilidad de entablar con ellos una discusión franca, leal y racional se ha evaporado: el encono sentimental ha llegado a tal punto que en algún caso ha habido, por vez primera en estos años de efervescencia nacionalista, enfrentamientos verbales duros, desconsideraciones y hasta alguna velada acusación de criptoespañolismo que a uno no le ha sentado nada bien. Francamente, es excesivo, exagerado y no presagia nada bueno. Si estos son los mimbres de la futura República catalana vamos listos.

Afortunadamente, las palabras anteriores se escriben desde esa Crónica privada y clandestina, desde la proximidad y la renuncia a permitir el trabajo de las mediaciones y la negatividad, desde el exabrupto del despechado. Pero debería  recordarse, para ser justos y evitar ese dominio estúpido de la emoción bruta y grosera al  que se entregan los nacionalistas de ambos bandos, que frente a esa monja laica y despreciativa que ejemplifica lo peor del secesionismo están algunos de los líderes de la CUP, el único partido que, en rigor, nunca ha engañado a nadie que no quisiera autoengañarse, o el renovador y protagonista decisivo del secesionismo contemporáneo, Josep-Lluís Carod-Rovira, lejanos todos ellos al etnicismo y el atropello de la "voluntad" expresada en las urnas y, sobre todo, están las decenas de miles de secesionistas que rechazan la edificación de un país como finalidad en sí misma, que no se cobijan bajo una esencia del "pueblo catalán" que administrará la existencia en el futuro en este nuevo "país de jauja" y que creen firmemente, aunque uno pueda considerarlos ingenuos, que la secesión de Catalunya ofrece la oportunidad de levantar una organización social más justa y por ello merece la pena el empeño.

Y, en justicia también, recordar que del otro lado del Ebro, ante esta insurrección de las élites catalanistas, que algunos llaman - pornográficamente - "revolución", no todo se acaba en la réplica de las españolistas atrincheradas en su aparente posición de fuerza y su absoluto desprecio de los deseos de la mitad de los catalanes, sino que miles, tal vez millones, de ciudadanos del estado español apoyan la serenidad de un partido como Podemos y están de acuerdo en proponer un referéndum políticamente vinculante y una mesa de diálogo que debería sentar las bases bajo las cuales esa consulta sería váĺida y legítima, quizás en forma de una "Ley de Claridad" a la canadiense. Y, después, "que cada palo aguante su vela" y si se ha de partir España se parte y si se ha de renunciar a la Catalunya independiente, se renuncia. Pero eso, lamentablente, uno augura que no sucederá...

Para concluir, dice mi amigo Guillermo que una conocida secesionista justificaba su voto por la independencia en que estaba harta de sentirse tratada "como una mierda" por los españoles en su conjunto. Como él le respondió, ahora los no-nacionalistas nos sentimos, también, "como una mierda". No es mucho pero algo es algo lo que se ha logrado: una especie de socialización del menosprecio.

Desde Catalunya, sintiéndose "como una mierda", punto final.

16 de noviembre de 2015

La más que centenaria lucha contra la enseñanza memorística y la "Nueva Educación" (II)


La "Nueva Educación" propuesta por Fichte, que debe dejar atrás la enseñanza memorística, es concebida - al modo de la mayor parte de las corrientes pedagógicas contemporáneas que hacen bandera de la renovación y la innovación - como una educación integral y completa frente a la educación pasada, antigua, que cercenaba el desarrollo del individuo potenciando unos aspectos en detrimento de su desarrollo como una totalidad y, asimismo, como una educación que le acerca a la vida, a la existencia fáctica, a la realidad: "La penetración hasta la raíz de la emoción y del movimiento de la vida, carente en la educación pasada, es lo que la nueva educación tendría que añadirle, y así como ésta, a lo sumo, ha ofrmado algo en el hombre, la nueva tendría que formar al hombre mismo y su formación no tendría que ser algo que puede poseerse o no, como se ha dado el caso hasta ahora, sino, antes bien, un componente personal del educando" (p240).

¿No sigue flotando un cierto "aire de familia" si, por ejemplo, uno se adentra en el marco del novísimo, avanzado y ultramoderno "Project Zero" de Harvard? Una de sus investigadoras principales, Verónica Boix Mansilla, escribe en "Educating for Global Competence: Learning Redefined for an Interconnected World": "To succeed in this new global age, our students will need capacities that include but go beyond reading, mathematics and science they will need to be far more knowledgeable and curious about world regions and global issues, attuned to diverse perspectives, able to communicate across cultures and in other languages, and disposed to acting toward the common good.  Put simply, preparing our students to participate fully in today’s and tomorrow’s world demands that we nurture their global competence which herein is defined as the capacity and disposition to understand and act on issues of global significance".

¿La línea que se podría trazar entre Fichte y Howard Gardner y sus colegas es tan fina que resulta puramente imaginaria o pudiera ser más bien sólida y firme como resultaría del hecho de haberse ido trenzando a lo largo de no menos de doscientos años?

13 de noviembre de 2015

Crónica de la Nueva Edad (13/11/2015)


Al día siguiente del "espectáculo" de la simulada Declaració Unilateral d'Independència, el editorial de La Vanguardia era inusualmente duro con los secesionistas:

"No es inteligente. No es justo. No es necesario. No fue eso lo que se votó el pasado 27 de septiembre.


Después de más de tres años de intensas movilizaciones cívicas en favor de un mayor reconocimiento de Catalunya y de un trato más justo, llega el momento del error. Es decepcionante. Esas movilizaciones empezaron a desarrollarse en el 2010, inmediatamente después de la infausta sentencia sobre el Estatut, bajo la enseña del soberanismo, es cierto, pero desde el primer día han agrupado muchos matices y sensibilidades, logrando reunir a mucha gente con la premisa del gradualismo y la tranquilidad. El error del 9 de noviembre del 2015 consiste en dividir ese caudal cívico, instalar a la gran mayoría de la sociedad en una fase de angustia y alimentar, todavía más si cabe, los anticuerpos españoles contra el autogobierno catalán. Con el gesto de ayer nada se refuerza en Catalunya, salvo la genuina radicalidad de un partido que no alcanza el 10%. Nada se refuerza y el conjunto social sale perdiendo".

La definitiva defección del buque insignia del Grupo Godó respecto a la estrategia actual de los secesionistas resulta especialmente jocosa: lo que les pone nerviosos "es que va en serio" y que quien maneja el timón de la de la mano del buque no es su querido Mas sino "los cuperos", como ellos los llaman. Los aprendices de brujo del Grupo, que a la manera de Arzallus y ETA menearon el árbol y jalearon el giro secesionista de Convergència para recoger sus beneficios empresariales con un nuevo mercado que dominar, ahora se lamentan del curso que están tomando los acontecimientos. "¡Catalunya en manos de los antisistema!" claman. No sería de extrañar que ellos, que junto a los medios de comunicación filosocialistas y las élites "progres" del país, provocaron la crisis de opinión pública que dio alas a los secesionistas que hasta entonces eran minoritarios, suspiren pronto por una internvención contundente de España que les salve de las garras de los anarquistas y comunistas irredentos que pueblan las CUP. Tiempo al tiempo. No sería la primera ni la última vez que este conglomerado representativo de la burguesía oligárquica catalana cambia de caballo a medio camino. Pero esta vez, a diferencia de en los años 30 es poco probable que consigan salirse con la suya.

"De aquellos polvos vinieron estos lodos" que les enfangarán tanto que, con un poco de suerte, algún día podríamos encontrar que en el edificio de la actual redacción del periódico se instalara el de la más honrada Endavant y en lugar de las letras "Grupo Godó" sobresalga, en plena Diagonal de Barcelona, una enorme estrella roja. Lástima que seguramente no sucederá... Lástima.

P.S: Por cierto. revisando cuadernos comprueba uno que Xavier ha escrito también al respecto con más extensión y, también, más acidez.

11 de noviembre de 2015

Crónica de la Nueva Edad (11/11/2015)


Que no se hagan muchas ilusiones opinadores y políticos madrileños, españolistas y unionistas esperanzados de Catalunya: Mas, ese cínico trilero, será investido president de la Generalitat. El 9 de enero o antes. Las CUP tal vez no cedan en principio pero no necesita más que 2 votos a favor y unas pocas abstenciones y hay muchas fórmulas para lograrlo. Ya ha habido un diputado de Catalunya Sí que es Pot díscolo: puede haber otros. Y, sobre todo, cuando lo que preside la posibilidad de acuerdo es prioritariamente imaginario y no se corresponde forzosamente con nada empíricamente existente, puede ser modelizado de tal forma que todos los participantes en el posible pacto arguyan que ha sido su representación la que ha salido triunfante. Los secesionistas creen jugarse demasiado en el envite como para mandarlo todo al garete ahora. Habrá acuerdo y el tren seguirá acelerando e incrementando así su impacto con el otro expreso que ya ha salido de la capital de España.

Eso sí. La sensación dominante, por lo que uno ha visto estos días al menos en Barcelona, no es el entusiasmo sino el desasosiego: incluso los secesionistas más irreductibles confiesan que "esto no se sabe cómo acabará", lo mismo que, con la boca pequeña, afirman esos españolistas que creen llegada la hora de la verdad y el fin de las veleidades separatistas.

10 de noviembre de 2015

La más que centenaria lucha contra la enseñanza memorística y la "Nueva Educación" (I)


Antes del verano, con ocasión de la lectura de uno de los clásicos de la biliografía secundaria sobre Ludwig Wittgenstein, La Viena de Wittgenstein de Janik y Toulmin, quedó constancia por aquí de que la lucha contra el papel de la memoria en la formación del individuo no es una ocurrencia reciente de las nuevas pedagogías o las corrientes innovadoras en la educación y/o la enseñanza sino que tenía, al menos, un siglo de historia.

Sin embargo, estudiando los Discursos a la nación alemana de Fichte uno puede apercibirse de que quizás con la "Nueva Educación", con la "educación integral" y con la "crítica a la memoria" pase algo parecido a lo que sucede con el concepto de "crisis" en la tradición del pensamiento y la cultura occidental: que es tan antigua que parece ir de la mano de ésta desde hace mucho tiempo, tal vez desde sus inicios.

Así, escribía Fichte, en fecha tan temprana como el invierno de 1807-1808, acerca de la necesidad de una "Nueva Educación" que conservara la existencia de la nación alemana, que penetrara "hasta la raíz de las verdaderas emociones" (una auténtica educación emocional avant la lettre) y que fuera una "formación de la nación a secas" llevándola hacia "todo lo que es germánico sin excepción": "La enseñanza pasada, por regla general, se concentraba  en el estado actual de las cosas solamente, tal como fueran y tuvieran que creerse y anotarse, sin que se pudiera indicar una razón de ello. Es decir, se dirigía a un mero interpretar pasivo con la facultad de la memoria al servicio de las cosas...  Que no piense la pedagogía más reciente poder escudarse contrea este reproche apoyándose en su repugnancia ante el aprender de memoria mecánico, testimoniada a menudo y en sus notorias piezas maestras de cuño socrático; pues sobre esto hace tiempo que en otro lugar ya recibió la sustancial respuesta de que estos razonamientos socráticos igualmente se aprenden sólo de memoria y que este aprender de memoria es aún más peligroso por cuanto da al educando que no piensa la apariencia de que puede pensar... Del estado de la enseñanza pasada se colige, de una parte, el motivo por el cual el educando aprendía con desgana, por regla general, y por eso lento y poco, y a falta del estímulo desde el propio estudio, había que recurrir a estímulos extraños... La memoria, cuando se utiliza sola y sin que deba servir a ningún otro fin espiritual, es más bien un tormento que una actividad del alma y es comprensible que el educando acepte este sufrimiento con la mayor desgana. Igualmente, el conocimiento de cosas extrañas que para él no tienen el mínimo interés, y de sus propiedades, es una mala compensación del tormento que le acarrea (sn)" (Trad. de Angel Juan Martín, p240,241,250,251).

En los albores del Romanticismo ya se hallaría suficientemente establecida una topología del rechazo a la memorialística mecánica y pasiva que hace sufrir al estudiante, provoca que la desgana ahogue su aprendizaje y le obliga a emplear el tiempo de su instrucción en cosas extrañas que no tienen para él el mínimo interés acarreándole a cambio un tormento tan descomunal que no puede ser compensado suficientemente.

¿No se puede hallar un cierto "aire de familia" común entre las líneas maestras del romanticismo fichteano y buena parte de las ideas fundamentales de esa corriente que se adscribe a cualquiera de las múltiples formas de la "Renovación pedagógica" especialmente en Catalunya?

6 de noviembre de 2015

Crónica de la Nueva Edad (06/11/2015)


Aunque la precaución del descentramiento, de la excentricidad del sujeto narrador respecto a los acontecimientos históricos que en futuros relatos de la disciplina "Historia" se considerarán relevantes para el curso de la existencia social, siempre debería ser tomada en cuenta parece que en Catalunya y en España una gran mayoría de ciudadanos y la práctica totalidad de las élites políticas, así como las productoras de opinión y de cultura, consideran que nos hallamos ante los meses decisivos en la resolución del conflicto catalán aunque quepa discutirlo.

Así, por lo que uno ve y escucha últimamente, en esa Catalunya ya desconectada de facto y casi de iure de España que comprende prácticamente la mayor parte del territorio excepto los núcleos urbanos, zonas metropolitanas y cercanías de Barcelona, Tarragona y Lérida (donde se concentra la mayoría de los ciudadanos catalanes, dicho sea de paso), se da por seguro que la independencia es inminente. Parecen admitir dos desarrollos posibles del acontecimiento: los más optimistas creen que tras la próxima declaración del Parlament de Catalunya una España impotente y débil claudicará a causa de su incapacidad para actuar; los más "realistas" creen que una brutal e impotente España revelará su verdadera y tradicional faz, suspenderá la autonomía y traerá los tanques y la Guardia Civil, que desfilarán por la Diagonal, en un postrero intento de evitar lo inevitable antes de que la rebelión pacífica del pueblo catalán, combinada con la presión de los "aliados" de Catalunya y la comunidad internacional en general, les obligue a volver a cruzar el Ebro con el rabo entre las piernas y aceptar la secesión de Catalunya.

Por otra parte, en esa España tan irreal y construida mediática y políticamente como la Catalunya desconectada, que ahora parece apercibirse de la gravedad del contencioso catalán después de haberse pasado años hablando del soufflé que se deshincharía, de la proverbial cobardía de los catalanes, de que el problema catalán se solucionaría con una inyección de dinero dada a modo de limosna, etc. también se espera, desde el lado más optimista, la implosión del secesionismo por el cul-de-sac en el que creen que se halla y, desde el más "realista", su acabamiento mediante la ejecución de una batería de medidas judiciales y policiales que segarán la cabeza del movimiento.

Por ceñirse al lado al que uno está más cercano físicamente al menos, el secesionista, el problema es que algunos sucesos de estos días parecen estar desconcertando a una parte de esas élites y de la masa social ya desconectada al sugerir que el escenario podría no coincidir con ninguno de esos dos prefigurados imaginariamente. Así, la desconexión "automàtica" se está dando de bruces con la "obstinación" de las CUP en no investir a Mas, fiel correlato del mesianismo de los etnicistas que no aceptan otra posibilidad que la de no ser guiados a la Tierra Prometida por su Líder (hay que evitar otros términos sinónimos...), hasta el punto que el cruce de las acusaciones entre ambos bandos está empezando a subir peligrosamente (para la salud y cohesión del movimiento) de tono. Con todo, uno es de la opinión que es más probable que las CUP o Catalunya Sí que es Pot acaben cediendo dos diputados por las buenas o à la Tamayo - aunque eso sería mortal para la legitimidad moral del movimiento entre sus bases - a fin de evitar unas nuevas elecciones de las que, sorprendentemente, los secesionistas no quieren ni oir hablar: como si ya creyeran haber tocado techo y el riesgo de resquebrajamiento de su edificio fuera enorme, lo cual tal vez sea más una hipocondria que un temor razonable.

Pero si la desconexión líquida y suave presenta algunas resistencias inesperadas, obstáculos insólitos, el horizonte del enfrentamiento ha perdido bastante fuelle. Por una parte, el ministro del Interior dio al traste con el símbolo por excelencia del imaginario de la intervención española. La imagen de la Guardia Civil marcando el paso por la Diagonal, esperado por la mayor parte de los secesionistas románticos y etnicistas, fue borrada por el ministro del horizonte de posibilidades: "no somos tan tontos" (y aquí hay que recalcar, como hace mi amigo Robert, el "tan"). Por otra, el secretario general de las Naciones Unidas no contempló el caso de Catalunya como susceptible de encajar en el marco del ejercicio de los pueblos a autodeterminarse y cercenó el optimismo con el que algunos ideólogos del movimiento esperan la salida del atolladero: sin ir más lejos, el presidente de la ANC, Jordi Sánchez o algún que otro asesor que ya hace un par de años planteó en privado ante un amigo este objetivo como finalidad pragmática de toda la agitación. Y, finalmente, el "aliado natural" por excelencia de los secesionistas catalanes (a ojos de estos), los nacionalistas vascos, les ha vuelto a dejar en la estacada, moralmente hablando, al rechazar el procedimiento unilateral que han seguido y desmarcarse de una posible unidad de acción que, verdaderamente, podría poner al estado español al límite.

Ninguna de los tres contrariedades es grave o irreversible. Sin embargo, aunque sea difícil saber si la incertidumbre que está apareciendo con fuerza en conversaciones y medios por estas tierras está socavando el "ánimo secesionista", como ya anotaba Klemperer en su época es imposible captar desde la perspectiva de un sujeto cuál es el "sentir dominante" en una colectividad, hay que reconocer que la huída hacia adelante quizás esté introduciendo más elementos de riesgo en la empresa de la secesión de los que debería. Tal vez un planteamiento menos maximalista y más respetuoso con la pérdida del plebiscito les situaría en una perspectiva mejor que la que se estaría empezando a dibujar en estos momentos.

Pero la paciencia y la prudencia no se avienen demasiado bien con el entusiasta espíritu romántico...

4 de noviembre de 2015

Bienvenidos sean los comentarios


Cuando este Blog se puso en marcha, Esteban Gutiérrez, "Baco", preguntó extrañado porqué no se permitían los comentarios: ésa era, a su entender, el interés de estos cuadernos del ciberespacio, la interacción con los lectores. No le faltaba cierta parte de razón pero uno no fue capaz de decidirse a dar ese paso hasta cierto punto lógico. En realidad, la idea inicial era abrir el "taller" de la escritura y la reflexión que rodeaban a la actividad poética para mostrar las condiciones de emergencia (Nietzsche) intertextuales del texto literario: dar cabida a todo lo que constituía el caldo de cultivo de los poemas, mostrar lo que se quedaba fuera y lo que uno creía, subjetivamente, que entraba pero que otros no veían y, probablemente, siguen sin verlo.

El caso es que ese propósito inicial fue desviándose desde hace un par de años tanto por la fuerza de los imperativos del entorno socio-histórico como por la sequía en lo que hace a la escritura poética se refiere y por un cierto "retorno de lo reprimido": la vuelta a primer plano de viejas preocupaciones filosóficas y políticas (por supuesto también éticas) cuyas soluciones provisionales se han ido revelando, con el paso del tiempo, ineficaces. El auge del irracionalismo, de las políticas y éticas emotivistas, la fuerza corrosiva del relativismo burdo y simplón, las nuevas formas de totalitarismo, la pervivencia robusta del mito y la religión, la evolución del capitalismo y sus alternativas... ocupan ahora el eje del tiempo libre de uno - y a veces del ocupado - y reclaman más el diálogo, la confrontación crítica y la puesta a prueba de argumentos que un trabajo literario que todavía permanece del lado, ideal, de la voluntad de máxima autonomía.

Bueno pues por eso, y por algunos otros motivos menos confesables, desde ahora en este Blog son bienvenidos los comentarios.

2 de noviembre de 2015

Argumentos agnósticos


La crítica a la religión y sus formas secularizadas (por ejemplo el nacionalismo) no debería hacer olvidar que la pregunta acerca de la existencia de Dios sea cual sea la forma variable en que se formule está lejos de poder ser respondida, filosóficamente hablando, con las mismas armas que los creyentes: es decir, con meras creencias. En este sentido, la posición atea está tan lejos del sentido común racional como la fe y, a primera vista y a estas alturas de la historia, la opción más razonable debería ser la agnóstica. No es ahora ni el lugar ni el momento de emprender una justificación que sería larga y para la que uno no sabe ni si está capacitado ni siquiera si, en caso de que lo estuviera, merecería la pena el dispendio de energías que requeriría. No obstante, valdría la pena apuntar que durante este último año, lejos de teologías o denuncias de la religión, uno ha encontrado un par de argumentaciones, de sesgo antropomórfico evidentemente y por tanto más ilustrativas que demostrativas, que avalarían la prudencia agnóstica frente a cualquier forma de taxatividad.

Así, escribía Viktor Klemperer en su diario,  "La nada -en tanto que conciencia personal, y por lo tanto la nada real— es, indudablemente, probabilísima, y todo lo demás improbabilísimo. Pero ¿no vivimos constantemente, desde 1914 y más aún desde 1933 y en los últimos tiempos de un modo masivo, lo absolutamente improbable, lo monstruosamente fantástico? Lo que antes era absolutamente inimaginable ¿no se nos ha convertido en algo normal y cotidiano? Si he vivido las persecuciones de Dresde, si he vivido el 13 de febrero, si he vivido estas semanas de huida, ¿por qué no voy a vivir (o, mejor, «morir») también que Eva y yo volvamos a encontrarnos en algún sitio, con alas de ángeles o dotados de alguna otra curiosa forma? No sólo está retirada de la circulación la palabra «imposible», sino que también «inimaginable» ha perdido toda validez." (18 de marzo de 1945).

Y unos siglos antes, Pascal anotaba: "¿Qué razón tiene para decir que no se puede resucitar? ¿Qué es más difícil, nacer o resucitar, que exista lo que nunca ha existido o que lo que ha existido siga existiendo? ¿Es más difícil empezar a aser que volver a ser? La costumbre nos hace lo uno fácil, la falta de costumbre hace lo otro imposible. Vulgar forma de juzgar" (Pensamientos, trad. de J. Llansó, p260).

En la inacabable tarea de poner límites a la creencia ciega que sustenta la religiosidad en sus distintas formas no debe olvidarse el freno a su envés, esa dogmática negación de su contenido mediante el mantenimiento de su estructura: el ateísmo.

Frente a la soberbia del sentimentalismo negador o afirmador la humildad de la duda racional.