28 de septiembre de 2016

Escribe Shalámov

De nuevo acerca de la "afinidad social" entre delincuentes y trabajadores, mecánicamente sostenida por buena parte del pensamiento marxista incluso hoy día:

"Son incontables las maldades de los ladrones en los campos. Sus desdichadas víctimas son hombres trabajadores a los que el ladrón arranca el último trapo, hurta el último dinero, y la víctima no se atreve a quejarse, pues ve que el ladrón es más fuerte que la autoridad. El ladrón pega al trabajador y lo obliga a trabajar; son decenas de miles los hombres que los ladrones han apaleado hasta la muerte. La ideología del hampa ha corrompido a centenares de miles de seres que han pasado por la cárcel y que en prisión han dejado de ser hombres. El espíritu del hampa se ha instalado para siempre en sus almas, los ladrones y su moral han dejado una huella imborrable en el alma de los reclusos." (Relatos de Kolymà, Vol. I, trad. de Ricardo San Vicente, p283).